Empecé el año con la promesa de Dios que me llevaría a su tierra, y más que eso, un mundo de cosas donde solo me debía dejar llevar, descansando en el poder de Dios, solo confiando. Tenia que cumplir un trabajo para poder ir, y este era terminar el sistema de impresión de tarjetas, empezado hace un tiempo atrás y sin terminar, nos juntábamos con Rubén los sábado en la oficina. Yo llevaba el desayuno, mientras miraba como él hacia muchas cosas que entendía poquito. Llegó el día que Rubén no pudo ir más y el sistema estaba botado, cerca de eso fue que fui a ver si Don Fernando me dejaría ir a Israel todo el mes de febrero, en realidad oré, y fui sin nada que perder y mucho que ganar. Inesperadamente para mi la respuesta fue buena, con la condición de terminar el sistema. Y así fue que me puse a trabajar. Creo que los primeros días le di hartos cabezazos a la pantalla, por que no entendía mucho, avanzaba poco, me dolía la cabeza y en realidad que fue una lucha importante el romper el muro que era el no saber programar en Delphi. Un día de tanto intentar, logré entender un poco, luego seguí avanzando, y luego programé algo chico del sistema, algo chico, pero eso me dio ene confianza, después se desató un hambre de avanzar, me quedaba hasta las 22:00 o hasta las 23:30 me iba muy tarde, me encantaba poder avanzar. Tuvimos una reunión con mi jefe, me dijo que para dejarme ir debía estar listo el sistema el 10 de enero y trabajaba todos los días, iba los domingo, iba cada día que podía. Pasó que ese día había una reunión del grupo que íbamos, y en realidad que el sistema no estaba listo, me sentí muy mal que el jefe no me daba su aprobación total para ir, eso me hacia sentir muy inseguro, además había que pagar una reserva de 100 dólares. Los llevé y un poco altivo le comenté a mi líder que yo iba si o si, y si el jefe me hacia problemas, que se las viera con Dios, hasta pensé en renunciar, total me quedaba de voluntario en Israel. La verdad que ese mismo día, con esa angustia que sentía por la falta de seguridad, el Señor me dijo que ese no era el camino correcto, que ese tal vez era mi estilo, pero no el suyo, que yo debía amar a mi jefe, obedecerlo y honrarle. Aprender a aceptar un SI o un NO. En realidad que eso me tocó mucho. Y de verdad que el Señor me sanó de ese sentimiento contraproducente para el gran momento de mi vida en el cual me encontraba. Así que este evento no empañó mi trabajo y me abrió los ojos espirituales de hacer un sistema para
El día 20 de enero fue la segunda reunión del grupo Israel, y ese día había que entregar el total de los dólares que eran necesarios para el viaje, y ese día entregué el sistema, para mí, hacia mucho tiempo que no entregaba un sistema ya se me había olvidado que hay que estar con el código abierto para hacer cambios en el momento. Y así fue, corrí la maratón ese lunes, pero ya a las 17:00 hrs, estaba mas controlada la situación y los arreglos hechos, entonces entré a la oficina del jefe y le digo, “está listo el sistema, ¿cuento con su aprobación para ir a Israel?”. Esas fueron mis palabras, ya que era muy importante, de verdad, para mi su aprobación, y la obtuve, siento que me la gané, fue un regalo de Dios, y valió mas que mucha plata.
Até todo tipo de incredulidad, inseguridad, desesperanza, etc. que no me hubiera dejado trabajar tranquilo, y Dios pudo actuar.
4 comentarios:
te conte q yo tb voy a Israel este año?
:)
Dtb amiguisimo,
q estes bien..
nos vemos luego!
tita
Espero que este testimonio te ayude.
Hay que tener una actitud especial, para disfrutar de los regalos de Dios.
Sabes?? yo tb quiero ir a Israel, y al leerte me lleno de expectativas por saber como lo hara Dios conmigo.
yapo, actualiza.. q m gusta leerte!
nos vemos mañana n el CL
la grossa prueba!!
:)
Dtb
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