Agua limpia

Hace unas 5 semanas, empecé a jugar baseball, o mas bien a aprender como se juega, mi experiencia se basaba en nuestro ex cuadrilátero donde hoy se halla una iglesia, pero tengo muy buenos recuerdos de largos bateos, de buenas atrapadas, sin guante alguno, eso si que era con pelotas de tenis, pero sobre todo me recuerdo de nuestros bates, de palos de escoba, fierros, arboles de navidad naturales que le cortábamos las ramas, etc.
El asunto es que ahora a los 31, estoy en esta liga, que es bien seria, con todos los implementos, cascos, muchas pelotas de caucho, unos bates de aluminio power, y cada quipo con camiseta.

Al comenzar los entrenamientos, una cosa me quedó clara, me tengo que ganar mi puesto para el equipo, así que empecé a asistir a los entrenamientos, de los sábado, y con mas ganas que un niño cuando va a su primer campamento al aire libre.
Rápido me di cuenta de dos cosas:

1.-La pelota es muy dura, y vuela por los aires a una gran velocidad, lo que quiere decir que si te pilla paviando te puede pegar muy fuerte, eso te hace estar muy alerta, a veces mas de lo necesario, lo que se transforma en miedo puro, y sin darse cuenta, empecé a tomar pelotas de lado, con los ojos cerrados, apretando los dientes, lo que concluía con pelotas que seguían de largo, otras que pegaban en el guante y caían fuera, y así otras cosas que No pueden pasar en un juego real, por lo que el entrenador se molesta en corregir esas actitudes con frases como "Niñita, ponle el cuerpo" y correcciones que se reciben, pero que cuesta interiorisarlas, en un momento pensé que es necesario que me llegara un pelotazo, para perder el miedo.
Esto me hizo pensar y se asemeja tanto a mi vida, que por andar con miedo se nos pasan de largo oportunidades, por causa del miedo al dolor, por experiencias anteriores, por querer irse por las ramas, o bien por evitar, pasan estas cosas que después nos arrepentimos, hay veces que dejar de hacer algo es mas terrible que haberlo hecho mal, por que el hacer algo mal te lleva a querer hacerlo bien, a estudiar tus errores, en cambio el no hacer algo, no tiene retroalimentacion, te aleja de querer volver a intentarlo o bien cuesta mas para la próxima.
Un día un compañero de equipo me dió el siguiente consejo: cuando venga una pelota en el aire, ponle el pecho, asi como que la vas a parar de pechito, y cuando ya esté cerca, le pones el guante y ya. Este consejo me fué de gran utilidad, ya que empecé a enfrentar estas pelotas de frente, perdiendole miedo y así tomé por primera vez una pelota en el aire.
Josué 1:9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

2.-Otra cosa que me ocurrió fue que en mis primeros bateos mis compañeros se pusieron muy contentos, me dicen que tengo buen ojo para pegarle, eso me encanta, por mi batearía pelotas todo el día, y de verdad que cuando viene la pelota es un cosquilleo y apretar de dientes para querer pegarle lo mas fuerte que pueda, pero como en un acto de desahogo, de liberación de rabia. Si hasta he soñado pegándole a la pelota y esta saliendo de la reja. No se si por frustracion, pero hay veces que uno no entiende bien que le pasa, como dice Eclesiastés 9:12 Porque el hombre tampoco conoce su tiempo; como los peces que son presos en la mala red, y como las aves que se enredan en lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo, cuando cae de repente sobre ellos.
O tal vez se deba a que hay un gran poder que Dios esperando en el momento preciso, cuando EL quiere que ocurran las cosas, como dice Juan 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
Está claro que debo poner atencion a esto.

Hoy luego de muchos entrenamientos, donde llegué muerto de cansado, y feliz, con pelotazos en las rodillas, con costras, con lo que sea, mi ducha salía con el agua naranja, por el arcilla del campo de juego, lo que me hacía sentir que dejé todo en la cancha.
Mi equipo no es de los mejores de la liga, de hecho hoy fue la disputa del ultimo lugar, el ultimo partido del año, por lo cual, jugamos los dos equipos colistas, y el partido estaba relajado, no nos demoramos mucho y anotaron 20 carreras, contra 2 de ellos, el partido ya estaba casi cerrado, y sentí que era el momento de mi debut, por primera vez en la cancha, tirando esa pelota lejos, y todo eso que tenia tantas ganas de hacer, y terminó el partido y ya no entré.
Me sentí mal igual, sabiamente se me dijo que el puesto del equipo me lo debía ganar y para eso íbamos a entrenar todo el verano, lo encontré justo, lo encontré razonable, pero igual quedé con unas ganas increíbles, solo que no era mi tiempo, eso va mas allá de cualquier sentimiento.

Las cosas de Dios pasan en el tiempo de Dios, porque es el momento exacto en que encajan en la cronología de los tiempos establecidos por Él. Si pasaran cuando nosotros queremos, seguramente el plan de Dios no funcionaría. Él es el soberano en esto porque es el Creador. No es que Dios no quiera satisfacernos también a nosotros, por el contrario, Él nos hace partícipes de su obra y nos hace parte activa de ella. Como dijo de Abraham en Isaías 41:8 "mi amigo" y a quien trataba así: ...¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer...? Génesis 18:17. fuente.

Esto es algo que como Cristiano me ha tocado vivir, y Dios sabe que así trata mi corazón, hoy en la ducha, el agua salía limpia, ni una gota de arcilla, si apenas sudé, fue ahí donde recordé una promesa que había hecho de no vivir de las emociones, si no que aprender a tener la mirada fija en la meta.

Para esto es necesario tener los ojos abiertos para Dios y ver la obra que hace en la vida
Salmo 119:18 Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.
Solo así formará el carácter cual alfarero.

Bueno, así con esperar, cuantas veces nos han dicho, todavía no, esto va muy rápido, pone el freno, espera un tiempo, no te apresures, o simplemente un NO, cerrado y sin muchas explicaciones, y en las areas mas importantes para uno, como en el trabajo, en el ministerio, en el amor, en salir de su casa, como por ejemplo y somos porfiados, nos creemos profesionales, muy capases, pero la pregunta es: ¿no nos hemos ganado el lugar?, ¿hemos demostrado empeño?, trabajo, sudor. A veces si, a veces simplemente nos falta perder el miedo(1), o saber si hacemos las cosas por rabia, por dolor acumulado, o bien por el Poder de ser hijos de Dios(2).
Salmo 31:15a En tu mano están mis tiempos
El hacer las cosas a la pinta de uno trae muchas satisfacciones, pero el hacerlas dentro de la voluntad de Dios trae algo que se llama Propósito, que se cocina a fuego lento, pero sabe mucho mas bien de lo que podamos aspirar en la vida.