Siempre que puedo, me voy a dar una vuelta, me gusta eso de caminar por la orilla del mar, mirar su inmensidad, puedo ver el limite que estableció Dios al gigante azul
¿A mí no me temeréis? dice Jehová. ¿No os amedrentaréis ante mí, que puse arena por término al mar, por ordenación eterna la cual no quebrantará? Se levantarán tempestades, mas no prevalecerán; bramarán sus ondas, mas no lo pasarán. (Jeremías 5:22 RVR1960)
Estar ahí me encanta!!
Desde muy temprana edad visito este lugar, y me encuentro con tantas cosas, hay distintos lugares, arena, rocas, comercio, costanera, playa, muelles, etc.
Hay tantas cosas que están a la orilla del mar, desde barcos oxidados que naufragaron, hasta pequeños granos de arena. Me gustan las rocas y mover, en lo posible, alguna y ver como hay vida ahí, cangrejos, pequeños peces, algas y muchas cosas mas.
En uno de estos paseos, este verano, me puse a sacar fotos, pasaba por la orilla de las rocas y miraba, a veces algo me decía que me detuviera y mirara mas en detalle, así saqué alguna de estas fotos
En eso estaba cuando sentí que un par de ojos azules me estaban mirando con inquietud, interrumpiendo su hora de comer, me miraba a ver si debía seguir en lo suyo o huir del lugar rápidamente
Luego me fui a caminar por la playa, hay tantos detalles que están ahí a la orilla de las aguas, habían ocaciones en que algo me llamaba la atención, pero seguía, pero habían algunos detalles que era como que gritaran por obtener mi atención.
Eran detalles, pero al sumergirme en la inmensidad de los detalles, me maravillaba.
Así seguí caminando y disfrutando de todo aquello que estaba ahí para mi deleite.
Esta mañana de sábado, me quedé acostado y me puse a leer La Biblia, y recorría pasajes del libro de Jeremías, me pasó algo muy parecido a lo que me pasa cuando ando en la orilla del mar.
Podía distinguir entre la arena, el mar, el cielo, las rocas. Ahí estaba el profeta exhortando, el pueblo en riesgo vital, Dios enojado y hartado de tanta mentira, maldad, engaños, su ira estaba desatada, el pueblo sufriría el exilio, el profeta lloraba la angustia del dolor de quienes amaba, ahí andaba esta mañana cuando me encontraba con versículos que llamaban mi atención, hasta no poder seguir, sin detenerme a profundizar en los detalles de aquella revelación.
Los tesoros escondidos están ahí para ser encontrados, uno puede pasar muchas veces por un lugar, así como por un versículo, sin hallar el tesoro que hay ahí, la revelación para tu vida, maravilla tus ojos, así es cuando el Señor habla a tu corazón, hoy me detuve en este pasaje:
Para colmo, en el valle de Ben-hinom construyeron el santuario de Tófet, y sobre el altar quemaron a sus hijos y a sus hijas. Pero eso es algo que jamás les ordené y ni siquiera se me ocurrió. Por eso, vienen días en que ese lugar no se llamará más santuario de Tófet ni valle de Ben-hinom, sino Valle de la Matanza. ¡Allí enterrarán a sus muertos, porque no habrá otro lugar! (Jeremías 7:31-32 TLA)
Encontré este estudio y la revelación
El Tofet (vomitar) era un cerro, o bien un lugar de incendio en el Valle Ben-Hinom (hijo de Hinom), al cual más adelante se le llamaría Ge-Hinom (Valle de los Gemidos). El mismo se encuentra en dirección sur-oeste de Jerusalén. Hoy en día ese lugar se llama Wadi er-Rababi. Allí se descargaban los deshechos de Jerusalén y se los quemaba ininterrumpidamente.
La palabra hebrea «Ge-Hinom» quiere decir «Ge-Hena» en griego; y tanto la palabra hebrea como la griega son usadas para infierno. Frente a este valle, Jesús repetidas veces habló de "infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga" (Mr. 9:43-48).
Dios no permitió que Jesús fuera quemado o enterrado en el Valle Ge-Hinom: Él era el justo en Quien no había mal alguno. Y este acontecer contiene un profundo mensaje del amor de Dios hacia nosotros. Porque en Jesucristo todos los que lo han aceptado por la fe han sido protegidos de la condenación eterna en el infierno. Jesús no deja a nadie en manos de la muerte, la tumba y la Gehena, que se haya dirigido a Él y lo haya aceptado como su Señor.
Todo lo que aprendí, esos lazos entre el nuevo y el antiguo testamento, me maravillan, me sorprende!!
A veces olvido, que vivo tan cerca de la playa, y puedo ir a recorrer los versículos todos los días!!
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