Esta Mañana

Estaba sin plata en mi tarjeta bip. Así que para no hacer la del balsa, que me subo a la micro y le pido al micrero que me deje en el centro bip mas cercano, que queda justo al lado de mi oficina, me fui al metro a cargarla. Estaba Carlos Antúnez así que salí con rumbo al metro los leones.

El taco tenía a mucha gente detenida y los rayos del sol en posición horizontal iluminaban cada cara que estaba en esa calle, algunos hablando por teléfono, otros mirando la hora, alguien por ahí pintándose, y otro que me miraba, quizá que cara tenía analizando a cada persona en cada auto, que parecían unas verdaderas jaulas de laboratorio, y yo el científico que analizaba los casos.

Seguí mi camino en compañía de mi amigo Jack Johnson y su On ‘n on en mis audífonos, y la mañana era deliciosa, húmeda, un poco fría, como un paquete nuevo preservado durante toda la noche, listo para abrirlo y comenzar a usarlo.

Entre la gente que iba y venía veo a mi amiga Claudia, le doy un abrazo, un beso y me cuenta que le duele la cabeza, le doy una vuelta de merengue, y me despido, con mucha risa.

La entrada del metro esta mojada, como que recién regaron, es de vidrio, están repartiendo el diario con esas chaquetas ultra fluor y la mezcla de frío y sol, hace tan especial el lugar, cargo mi tarjeta.

Luego de darme cuenta que no se nada de Transantiago, por que llevo mucho rato esperando la micro por donde no pasa, me voy caminando a Lota con Los Leones, y sigo observando a la gente, y me doy cuenta que me agrada, los miro con cariño, los veo cansados, algunos sonrientes, otros pensando, pero me es agradable estar en este lugar es este momento, y me pongo a pensar, ¿en que momento pasó esto?, ¿de donde vino?, cual fue el punto de inflexión? Y me trasladé mentalmente a unos buenos años atrás, donde estaba en la misma ciudad gris, con frío y todo el mundo me molestaba con su presencia, miraba con desconfianza a la gente y me producía incomodidad que alguien me mirara mucho, era medio inadaptado y estaba en un lugar que no me gustaba y el tiempo no era para andar gozoso, por algún motivo u otro, pero siempre algo me amargaba el pepino y con dolor sentí el momento en que todo empezó, y hacia memoria de cómo había llegado a sentirme así.

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí TODAS, son hechas nuevas. 2 Corintios 5:17

No se que piensas, pero algo cambió en mi desde que en la intimidad decidí buscar al Creador de este mundo, al Juez que hace salir el sol para justos y maliciosos, para insolentes y respetuosos, para buenos y malos. A este Dios busqué para preguntarle tantas cosas que me había preguntado por mucho tiempo, y la respuesta fue “Es por amor” que al principio no comprendí, hasta que me hizo ponerme en su lugar y ver como Él ama a todo el mundo, y a cada uno de las personas que viven en el mundo.

Me subí a la micro que estaba súper llena, quedé al lado del chofer, pero de a poco se desocupó. Me siento al lado de la puerta del medio del bus, y esta se abre, y me veo reflejado en el vidrio, en ese instante se sienta una señora de grandes proporciones a mi lado y queda encima de mi chaqueta, la que intento sacar, pero no puedo hasta que se levanta un poco, y estallamos de risa. Me vuelvo a mirar en la puerta y me veo riendo, y me da tranquilidad y gusto saber que soy alguien que se lleva bien con lo que vive y que le puede decir al creador Venga tu Reino, todos los días, Gracias por ser como eres y permitirme conocerte y comprender por que giran los eslabones de esta gran maquinaria que es la sociedad.